Hacer cada cosa con amor, con un extra de sabor, de dulzura, de picante, de emoción, distrae al pensamiento de las vanidades, de lo irreal, de lo imposible y convierte todo sueño, todo propósito, en algo factible, tangible y entendible en nuestra mente.
Hacer cada cosa con amor, con un extra de sabor, de dulzura, de picante, de emoción, distrae al pensamiento de las vanidades, de lo irreal, de lo imposible y convierte todo sueño, todo propósito, en algo factible, tangible y entendible en nuestra mente.